Una rutina ampliamente aplaudida presentó el comediante nacional Sergio Freire en la noche final de Viña 2018, abordando una gran diversidad de temas, que generaron risas en la Quinta Vergara rápidamente. Un éxito rotundo del otrora integrante de «El Club de la Comedia», que le valió llevarse la Gaviota de Plata y de Oro, con una ovación del público que coreaba «Se lo merece». Su actuación marcó un peak de 42 puntos.

En primer lugar, comenzó contando sobre sus orígenes y con la inquietud de cambiarse el nombre, ya que varios han triunfado luego de realizar este proceso: salieron a colación Mon Laferte, Buddy Richard, Danny Chilean, entre otros. También incluyó su particular encuentro en sus inicios en Chilevisión con el presidente electo Sebastián Piñera, quien en ese momento era el dueño de la estación televisiva, además de cómo ha sido su experiencia como padre primerizo «cambiando pañales», es ahí donde hizo un guiño a su personaje Tatayaya.

Posteriormente, se dio el gusto de imitar a Don Francisco para ilustrar su problema con los números, contó que desde el colegio se interesó por la actuación, e incluso bailó el himno nacional. Entre otros temas, habló de los jefes, del Censo (mencionó su personaje El Encuestador), de las canciones, de los nombres de los helados, de la cosas que pasan en una misa, y remató con los distintos tipos de borrachos.

Tras su actuación, en conferencia de prensa, el humorista evitó referirse a si su presentación fue la mejor en el género del certamen, señalando que «no vinimos a competir, son cuatro colegas, y Kramer es el maestro. Sentí la risa de la gente, y esa era la misión». En cuanto a sus temáticas, comentó que «siempre he trabajado en el mismo estilo desde SCA, así que los temas entre hombre y mujeres no son los míos, y no cambié la rutina para la ocasión. Obvio que van a haber temas que se pueden topar, y estuve atento a ello, pero depende del punto de vista con que se cuente».