El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio entregó este jueves el Premio Nacional de Artes Plásticas 2021 al artista Francisco Gazitúa. La decisión fue anunciada por la ministra de las cartera, Consuelo Valdés, desde el Palacio Pereira y junto al jurado que sesionó previamente en el mismo recinto.

«Es un reconocimiento a la trayectoria nacional e internacional de Francisco Gazitúa, eslabón dentro de la carrera de las y los escultores de nuestro país, y embajador de Chile con sus obras de gran dimensión, presentes en diversas partes del mundo”, expresó al respecto la secretaria de Estado.

Tras conocer la noticia, el ganador mantuvo una conversación por Zoom con el jurado y agradeció este reconocimiento desde su taller-cantera en Pirque.

«Tuve la suerte de ser alumno de grandes maestros de la escultura, como Lili Garafulic, Marta Colbin y Sergio Castillo», dijo Gazitúa. Luego continuó con su reflexión: «Los escultores somos como tortugas, acarreamos millones de toneladas de un lado para otro y es una materia que pesa, pero que dispuesta tiene un lenguaje maravilloso. Nos rendimos a hablar con las piedras, con la madera, con el fierro, con el aire y con el espacio, sabemos hablar con la materia (…) Chile tiene un alma y esa alma es cultural. El tesoro de este país es la cultura».

El jurado del Premio Nacional de Artes Plásticas fue presidido por la ministra Consuelo Valdés e integrado además por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el último ganador del premio, Eduardo Vilches (2019); la representante de la Academia de Bellas Artes, Silvia Westermann; el representante del Consejo de Rectores, Álvaro Rojas; y los cupos designados por el Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Francisco Brugnoli y Paula De Solminihac.

El acta de la sesión detalla que el premio fue otorgado a Gazitúa “por unanimidad”, “por su destacada trayectoria nacional e internacional que se extiende por más de 50 años, dando cuenta a través de su obra de la gran tradición escultórica nacional, hasta hoy insuficientemente reconocida”. El jurado reconoció, también, “la presencia y el valor de su obra en la escena internacional, siendo un embajador permanente de nuestro país en diversas latitudes”.

«Desde la excelencia de su trabajo, siempre ha seguido buscando nuevos caminos y lenguajes, convirtiéndose desde su labor docente en un transmisor de conocimiento, y así, en un referente para las nuevas generaciones que se abocan a la disciplina. En su labor también destaca una mirada estética que acoge a los diversos territorios de nuestro país, reflejados en materialidades locales muy propias, con lo que contribuye a superar el tradicional centralismo que se da en este ámbito”, constata el acta.

La última vez que este reconocimiento recayó en manos de un escultor fue en 2009, cuando Federico Assler recibió el Premio Nacional de Artes.