La Guacha se aventura y lanza un último single de su segundo disco «Fácil», con el que pretende dar cierre a esta producción mientras prepara su siguiente material. «Oh, oh», en palabras de la mismísima Soledad del Río «es una invitación a vivir la vida sin cobardía, a ampliar los límites de la conciencia, a mirar la realidad como un escenario flexible y, felizmente, cambiante y que, por lo mismo, nos requiere muy conectados con nuestro propio instinto, para vivir como queremos y que se nos pase el tren. Hágase cargo y caso».

La propuesta es más atrevida esta vez, se desmarcan de las formas y temáticas usuales en ellos y nos muestran un trabajo más experimental que, si bien conserva esa esencia latina que los caracteriza, se instala como un elemento claro de transición y da indicios del siguiente tema de investigación sonora de la banda, la electrónica.

Son nueve años ya desde sus surgimientos, con dos discos a su haber: «Virgen» (2011) y «Fácil» (2014) y varios singles en rotación, entre los cuales destacan  «Amor Platónico» – en colaboración del argentino Kevin Johansen – y «Matorrales» – tema central de la teleserie diurna de TVN, La Chúcara. Además, suman un sinnúmero de conciertos por gran parte de Chile y en Argentina, Colombia y Estados Unidos.

Soledad del Río, vocalista y compositora, Juan Pablo Escares, guitarrista y arreglista; Alexis Bugueño, bajista y Rodrigo Mora, baterista, son los integrantes de este conjunto pop que fusiona todo lo que se encuentra y que pretende, sin pudores, seguir abriéndose camino en el medio.

Soledad, además de cantante es actriz y recientemente ha debutado de manera muy exitosa en la pantalla grande. Es quien interpretó a la pareja de Jorge Alís en la película Argentino QL, papel con el que se ha ganado los elogios de sus pares y de críticos especializados por la crudeza y verdad con que dio vida al personaje.

En La Guacha su honestidad escénica es similar y hace que la propuesta se instale como un espectáculo sobrecogedor e imperdible pues trasciende los límites de lo estrictamente musical. Con desenfado, sensibilidad, picardía, humor y un carisma pocas veces visto en nuestra escena, sumado a la calidad interpretativa de los músicos, invita a los oyentes a vivir una catarsis colectiva desde donde conecta con su seguidores en lo más profundo.