En Santiago, un 4 de mayo de 1918, nació Nemesio Antúnez Zañartu, quien finalmente se convertiría en un destacado pintor, ilustrador y grabador chileno, con distintos reconocimientos a su haber: entre ellos, el Premio de la Crítica en 1959 y 1988, el Premio Wolf 1957, la Medalla de Chile otorgada por Congreso Nacional en 1969, y el póstumo Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral 1993, meses después de su fallecimiento.

En 1941, el artista se tituló de arquitecto en la Universidad Católica de Chile, y dos años después, realizó su primera exposición individual en acuarelas en el Instituto Chileno Británico de la Cultura, y luego vinieron más en París, Nueva York, Londres, Roma, Buenos Aires, Río de Janeiro, entre otras, además del Museo Nacional de Bellas Artes. Dentro de sus obras, se contabilizan quince murales, cinco de ellos pintados en nuestro país, entre los que destacan «Luna», «Quinchimalí», «Sol y Terremoto» (Santiago), «Bailarines con volantines» (Valparaíso) y «Corazón de los Andes» (para la ONU).

El legado de Antúnez se consolidó en 1956, cuando crea el «Taller 99», en un recinto ubicado en calle Guardia Vieja que llevaba ese número, y cuyo principal objetivo era la promoción y difusión de la técnica del grabado, principalmente en metal. Asimismo, en 1961, fue nombrado director del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile; para luego en 1969 asumir dicho cargo en el Museo Nacional de Bellas Artes hasta 1973 (año en que parte al exilio), y retomar en marzo de 1990 hasta sus últimos días.

“Antúnez instaló el MNBA en el mapa del arte contemporáneo; puso en igualdad de condiciones al arte chileno con el arte internacional y dio inicio a una crítica institucional”, explicó Ramón Castillo, director de la Escuela de Arte UDP, a La Tercera. En tanto, el actual director de la institución ubicada en el Parque Forestal, Roberto Farriol, comentó a El Mercurio, que el pintor fue «un hombre visionario que posicionó y abrió este museo a la comunidad».

El artista se caracterizaba por promover la cultura y las artes a través del lema «Museo Abierto» y el programa «Ojo con el arte», emitido por Canal 13 y TVN, y que en 1990 recibió el Premio del Consejo Nacional de Televisión. Hoy en día, diversas salas, galerías, establecimientos y calles llevan su nombre. También fue uno de los fundadores de la Facultad de Artes de la Universidad Católica de Chile y el organizador de los primeros conciertos de Inti Illimani y Violeta Parra.

En el día de su centenario se dio inicio a las actividades conmemorativas de este hito, con una instalación en el hall central del Museo Nacional de Bellas Artes realizada por la agrupación Arte – Volantines, que permanecerá disponible hasta el 10 de junio. En días posteriores, se desarrollará un muestra conjunta entre el MNBA y el MAC que resumirá el legado que Antúnez dejó en ambas instituciones. Asimismo, a fines de mayo, en un sitio adyacente al Parque de las Esculturas, en Providencia, se inaugurará un parque que llevará su nombre, junto a una escultura en su honor creada por Felipe Burguño.

Ya el 25 de julio, en la Biblioteca Nacional, se exhibirá su obra gráfica, entre la que destacan ilustraciones a destacados escritores como Pablo Neruda, José Donoso y Mauricio Redolés, además de afiches, cartas y portadas de discos a distintos artistas, entre ellos, Quilapayún y Violeta Parra. El broche de oro será una completa retrospectiva que tendrá lugar el Centro Cultural La Moneda, con investigaciones y curatorias en conjunto con la Fundación Nemesio Antúnez. «La celebración de este centenario permitirá poner en valor, actualizar y difundir su patrimonio a un público amplio, y a las nuevas generaciones de artistas, de educadores e historiadores», declaró la Ministra de las Culturas, Alejandra Pérez Lecaros, a El Mercurio.

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